lunes, 6 de diciembre de 2010

Zaphir

He decidido publicar ésta minúscula parte de la historia que armo en mi cabeza. Díganme que les parece

Prólogo – Un nuevo mundo

 

– “El cielo está azul”. ¿Tienes idea de lo incorrecto que es eso? – Una chica, con cabello de color azul muy claro con un brillo especial en los ojos, conversaba con un joven con gafas, el pelo oscuro y de la misma estatura. – El cielo tiene una luz dorada, los colores son todos hermosos, pero el azul no es el dominante, mejor dicho, ningún color es dominante, es como una combinación… em… perfecta –.

– Esa expresión no se refiere a lo que piensas – le replicó el muchacho que la acompañaba, – simplemente voltea arriba. Eso que ves azul completamente, es a lo que nosotros le llamamos cielo, aunque mucha gente si lo relaciona con el cielo que describes, realmente decir que el cielo está azul, se refiere a que no verás nubes –. Ambos jóvenes caminaban por la acerca, en alguna ciudad del occidente, la chica veía como una niña el cielo que le señalaron, sus ojos brillaban como en esas ocasiones que una persona se entusiasma por ver cosas nuevas.

Al llegar a la esquina se detuvieron un momento, ella lo miró a los ojos y él hizo lo mismo. Sus mejillas mostraron enseguida esa coloración que denota la alegría y vergüenza de estar con quién te hace latir el corazón.

– ¿Sabes? Me alegra mucho poder estar a tu lado Isaac –. La joven de cabello celeste sujeto la mano del muchacho con las suyas, y aún con su rostro sonrojado se acerco y le dio un beso en la mejilla. El muchacho solo reaccionó con una ligera sonrisa, pero no dejo pasar mucho antes de jalar a su acompañante y abrazarla fuerte.

– No podría estar aquí si no fuera por ti, ha pasado tiempo desde que te conocí, y no creo poder pasar un segundo sin tenerte en mi mente… Erika… te amo –. La chica no podía ver el rostro de Isaac, sin embargo no hacía falta para saber que lo que decía venía de su corazón, correspondió el abrazo y en otro cruce de miradas, sus labios sellaron los pequeños votos que acababan de decir.

La pareja continuó caminando, cruzaron la calle, dos cuadras más adelante giraron a la izquierda, y avanzaron un poco para llegar a una pequeña casa. El muchacho abrió la puerta e hizo una señal para darle el paso a su compañera. Ya dentro, se “sentaron” juntos en un sofá, ella casi acostada sobre él, demostraban su cansancio como si fuera lo único que pudieran sentir en ese momento, pero ambos sabían que no era así, sus corazones latían tan fuerte que podían escucharse mutuamente.

– Ha sido un día pesado ¿no crees? – preguntó Erika.

– Si, ¿deberíamos dormir? – contestó Isaac.

– Creo que no – la muchacha volteó y plantó otro beso en los labios de su pareja. – No puedo creer que ha pasado, jamás lo imaginé –.

– Es difícil de creer… como es que todo empezó, aun lo recuerdo perfectamente…

 

Continuara?… Ustedes díganme =P

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